En atletismo como deporte moderno, con la estructura con la que hoy lo conocemos, se remonta a la Inglaterra del siglo XIX, concretamente a 1837, en el Eton College, donde se celebraron entre los alumnos de la escuela la primera competición de la que se tiene noticia. No es hasta 1838, en Nueva Jersey, cuando un periódico hace una crónica de una competición atlética.
Contemplar al atletismo como un sólo deporte es un error. El atletismo es una suma de especialidades que culturalmente se han agrupado bajo esta denominación. Cada especialidad constituye un sólo deporte desde el punto de vista de su origen, historia, técnica y forma de entrenamiento.
En la bibliografía de los años 50 aún se puede contemplar la denominación de atletismo ligero y atletismo pesado. Como atletismo ligero se consideraba lo que hoy es el atletismo moderno, y dentro del atletismo pesado, se incluían especialidades como la halterofilia y algunas formas de lucha.
Las especialidades del atletismo moderno son:
- Las carreras.
- Los saltos.
- Los lanzamientos.
- La marcha atlética.
- Las pruebas combinadas.
Cada una de estas especialidades consta de diferentes pruebas oficiales, otras oficiosas y finalmente otras especialidades populares y tradicionales propias de países, etnias o poblaciones, cuyas carreras, saltos o lanzamientos no han podido integrarse dentro del atletismo moderno.
La Federación Internacional de Atletismo, IAAF, se constituye el 17 de Julio de 1912 en Estocolmo, siendo sus países fundadores: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Egipto, EEUU, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Hungría, Noruega, Suecia y Rusia.
En 1915 se funda la Federación Catalana de Atletismo, en 1918 la Confederación Española de Atletismo que en 1920 se constituyó como Real Federación Española de Atletismo, siendo su primer presidente Grabriel María Laffite.
En 1914 se crea el primer reglamento internacional, así como la primera lista oficial de récords.
No es hasta 1983 cuando se celebra el primer Campeonato del Mundo en Helsinki.